Desinformación
Tipos de información falsa
Existen tres tipos de información falsa:
- Misinformación: Errores sin intención de informar mal.
- Desinformación: información falsa o inexacta destinada a engañar.
- Malinformación: es cuando alguien comparte cosas falsas con la intención de hacer daño. Por ejemplo, decir que las vacunas son parte de un plan para reducir la población o publicar información personal de alguien sin su permiso.
La mayor parte de la información inexacta relacionada con las vacunas entra en la categoría de desinformación. La desinformación más típica incluye distorsionar o malinterpretar a propósito publicaciones científicas, hacer afirmaciones falsas respaldadas por creencias que la gente confunde con ciencia y fuentes o individuos no creíbles.
¿Cómo se difunde la desinformación sobre las vacunas?
Aunque los creadores de contenidos desinformativos saben que están creando información inexacta o falsa, la mayoría de las personas que la comparten no lo saben. La información se redacta y empaqueta para que parezca creíble, la gente desprevenida la cree cierta y la comparte con sus amigos y así se crea una cadena. Por desgracia, cuantas más veces se oye algo, se confunde con una verdad, aunque los hechos no concuerden.
Las redes sociales son el principal medio de desinformación. Es alarmante que muchas personas no lean un artículo antes de compartirlo en redes. Estudios recientes demuestran que alrededor del 60 por ciento de la gente comparte contenido al que ni siquiera le ha dado clic para revisarlo.
¿Cuál es el problema de investigar por tu cuenta?
Hoy en día, oímos seguido a alguien decir “no me fío de lo que oigo, yo investigo por mi cuenta”. Parece una gran idea, ¿verdad? Pues no lo es.
A menos que seas investigador con formación y experiencia, es más probable que caigas presa de la tendencia a confirmar que descubrir los hechos. La tendencia a confirmar se produce cuando buscamos y recordamos información que confirma nuestras creencias. Un profesional sabe cómo evitar estas tendencias y está entrenado para seguir las evidencias en lugar de buscar información que apoye lo que cree. Además, para la mayoría de nosotros es fácil malinterpretar los datos.
Es importante estar informado y hacer preguntas, pero también debemos confiar en los expertos. Si no eres cirujano cardiólogo, no vas a aprender lo que necesitas saber para arreglar tu corazón con una búsqueda en Google o un tutorial de YouTube. Lo mismo ocurre con las vacunas.
¿Por qué la gente cree en la desinformación sobre las vacunas?
La desinformación está diseñada para engañar, por lo que las personas que crean contenidos falsos se esfuerzan por hacerlos creíbles. La desinformación a veces empieza con algo que suena cierto, como un enlace a una página que parece confiable. Pero después, cambia el mensaje y se malinterpreta la verdad.
Otra táctica utilizada para hacer creíble la desinformación es presentarla de forma que se parezca mucho a la información real o verdadera. Antes, distribuir contenido impreso era caro, por lo que sólo las organizaciones creíbles disponían de fondos para hacerlo. Pero con internet, cualquiera con una computadora puede crear y difundir información falsa. Dado que es en el mismo espacio donde se encuentra la información confiable y también la falsa, reconocer la diferencia puede ser muy difícil.
¿Por qué hay tanta desinformación sobre las vacunas?
Tres razones comunes para la desinformación sobre las vacunas son:
- Lucrarse vendiendo una alternativa: La mayoría de las personas influyentes y organizaciones antivacunas venden productos de salud alternativos, como aceites esenciales y suplementos. Tienen un fuerte incentivo económico para sembrar dudas sobre las vacunas.
- Intentar dar sentido a una tragedia: la muerte de un niño es una tragedia inimaginable. En la mayoría de los casos, los médicos pueden explicar la muerte, pero a veces las respuestas son menos claras. Es comprensible que los padres en duelo intenten dar sentido a su pérdida y busquen respuestas. A pesar de los años de pruebas que demuestran que las vacunas son seguras algunos padres culparán a las vacunas.
- Malinterpretar el riesgo y tomar malas decisiones de salud basadas en cálculos erróneos:
Es importante proporcionar TODA la información para que los padres tomen decisiones informadas y educadas sobre la salud de sus hijos, incluidos los beneficios y riesgos de las vacunas. Como todo en la vida, las vacunas tienen riesgos, pero son mínimos y menos graves que los riesgos de la enfermedad. Pero como las vacunas han hecho tan buen trabajo, muchos padres nunca han visto las enfermedades contra las que protegen las vacunas, por lo que tienen problemas para medir el riesgo real de la enfermedad frente al riesgo de la vacuna.
¿Cómo combatir la desinformación sobre las vacunas?
Obtén la información de fuentes creíbles (consulta la barra lateral «A quién escuchar…»)
- Utiliza Facebook y otras redes sociales para divertirte, no para informarte.
- Piensa de forma crítica:
- ¿Quién es el autor? ¿Cuáles son sus credenciales? ¿Intenta venderte algo?
- ¿Es legítimo el contenido? Fíjate en las fuentes: ¿son reales? ¿Son creíbles?
- ¿El contenido es malicioso? ¿Se ajusta demasiado a tus creencias?
- Consulta nuestras guías de recursos de Defensa de la Familia (Family Advocacy) y Desconfianza a las vacunas para obtener más información sobre cómo entender la desconfianza hacia las vacunas, cómo hablar con personas que dudan de ellas y cómo se defiende las vacunas en redes sociales.
- Suscríbete a nuestro boletín informativo Sólo verdades: Para aclarar la desinformación.
¿Dónde puedes encontrar más información sobre cómo detectar o denunciar la desinformación?
Estas organizaciones son expertas en vacunas y pueden proporcionar información creíble:
How do I know this information is credible?
We work for parents so we make sure that parent concerns are addressed using facts and science and our content is reviewed by experts who have spent their careers studying vaccines. Learn more about how we ensure we are bringing you the best information to help you make healthy choices for your family.
Cuando se trata de la salud de tus hijos, necesitas el consejo de un experto para asegurarte de que estás haciendo lo mejor. ¿Quiénes son los expertos?
Son los médicos, científicos y profesionales de la salud pública que han dedicado sus vidas al estudio de las vacunas.
Habla con tu médico y consulta páginas de internet creíbles de fuentes legítimas; desconfía de quienes no son expertos. No dejarías que un cardiólogo (cirujano del corazón) reparara el motor de tu coche ni que un mecánico reparara tu corazón, así que ¿por qué arriesgarse con la salud de tu hijo?
Para más información, consulta algunas fuentes confiables en Internet: